Esta semana nos llegaba la noticia de que el Ayuntamiento Chulilla había denunciado ante la guardia civil por el intento de cortar uno de los cables del primero de los puentes colgantes que jalonan una de las rutas excursionistas con mayor tráfico de senderistas de la comunidad valenciana. Al mismo tiempo y por mantener la seguridad de esta bonita ruta chulillana se clasuraba el acceso al puente hasta que una empresa especializada termine con la reparación. Una reparación que ha sido valorada en 12000 euros.
Al parecer un grupo indeterminado de personas, solo hace falta una para realizar esa tarea, habría intentado cortar uno de los principales cables de soporte del puente. No se sabe si con una radial eléctrica o con una sierra manual sin conseguirlo al completo.
Vicente Polo, alcalde de Chulilla declaraba: «No sé qué pretendía quien ha hecho semejante cosa, desconocemos si ha sido una gamberrada… Quiero pensar que ha sido eso, porque no creo que moleste a nadie esta infraestructura«. «El intento de corte no ha afectado a la estructura seriamente, pero lo hemos cerrado por precaución, para revisarlo a fondo. Con el paso de la gente no hay peligro, pero quizá con algún grupo la estructura se podía resentir, así que es mejor cerrarlo«. «Esta ruta es, digamos, el buque insignia de Chulilla. Mucha gente nos visita para recorrerla y el cierre nos fastidia bastante«.
En Chulilla durante los últimos años ha crecido bastante el odio hacia los forasteros y quizás por ahí es por donde se podría empezar la búsqueda de los culpables. Un pueblo pequeño como el nuestro le cuesta llevar los daños colaterales de tanto turista. Siempre ha habido gente que no quiere el turismo en Chulilla. Obviamente se trata de gente que no vive del turismo y para ellos el éxito de la ruta de los pantaneros es un verdadero asco.
Ya hace años hubo otro acto vándalico bastante grave como fue la agresión que sufrieron las pinturas rupestres de nuestra localidad halladas en el barranco Vallfiguera.
No digo que sea la misma persona ni por el mismo motivo pero si que son por ahora los dos actos vándalicos más importantes que hemos sufrido en Chulilla.
Recuerdo haber tenido alguna conversación al respecto hace años sobre la gente que no le gusta el turismo en Chulilla. Está claro que no es solo cosa de aquí. En Barcelona también están muy saturados por ejemplo. No sé si Chulilla habrá llegado a su límite pero seguro que el que ha intentado cortar el cable lo piensa.
El impacto medioambiental que tienen los puentes allí mismo como llevar centenares de personas a un entorno que antes era virgen es muy grande. Yo recuerdo haber ido antes de su reforma cuando sólo había un cable por el que tenías que pasar estilo Indiana Jones y ví un buho real. Dudo mucho que este tipo de fauna salvaje sobreviva a los turistas. Esto no creo que preocupe a los causantes del acto vandálico. Lo que les preocupa es tener el pueblo lleno de gente (‘forasteros’) que no conocen y lo complicado de aparcar.
Con lo que queremos al pueblo y nos hacen estas cosas. Menuda gentuza.